La pintura de Chile abarca todas las obras pictóricas realizadas dentro de territorio chileno, desde la época prehispánica, cuando fue desarrollada por los pueblos indígenas, hasta los tiempos modernos, donde figuran desde las vanguardias hasta el arte desarrollado por artistas independientes.
Las épocas de la pintura chilena no están estrictamente definidas por los historiadores y existen ciertas variaciones al elaborar una estructura cronológica.
[6][7] La época contemporánea está marcada por la entrada de la pintura autónoma llevada a cabo por artistas independientes sin establecerse una tendencia pronunciada hacia el arte abstracto o el figurativo.
Se desempeñaron distintas áreas que varían en estilo y tema del arte colonial chileno.
Si bien la pintura anterior al siglo XIX se caracterizaba por su capacidad funcional( poseía una función evangelizadora, conciliadora y educacional), las nuevas tendencias europeas dejan de lado la labor de la docencia vinculándola al valor estético natural que lleva por sí misma.
El arte chileno en general sufrió también de los conflictos internos del país tras la independencia y le fue muy difícil marcar una tendencia estilística en algún sentido.
También como importante logro para la república chilena se le atribuye la invención del escudo nacional de Chile.
El alemán Mauricio Rugendas y el francés Ernesto Charton desarrollaron ambos labores importantes retratando las costumbres típicas del país.
Normalmente la bibliografía ubica en este grupo: La Academia de Pintura fue el primer instituto chileno en impartir la enseñanza profesional del arte en Chile.
Sus primeros directores fueron el napolitano Alejandro Cicarelli, el alemán Ernesto Kirchbach, el florentino Juan Mochi, Cosme San Martín (el primer chileno en asumir la dirección) y el escultor Virginio Arias.
Los grandes maestros de la pintura chilena es un concepto acuñado por el historiador Antonio Romera que agrupa a cuatro importantes pintores chilenos, cuya obra fue determinante en términos de docencia y su influencia se extiende hasta hoy.
A pesar de tener marcadas diferencias estéticas, existe una unidad temporal y educacional, por lo que se conocieron entre sí.
Su nombre se debió a la exposición conjunta que desarrollaron en 1913, en los salones del diario chileno El Mercurio.
Se alejaron, entonces, de los temas tradicionales manteniendo ciertos conceptos como el respeto por el volumen y el color, así como la solvencia técnica para tratar la figura humana.
El grupo Montparnasse fue un colectivo artístico chileno formado en 1922 por pintores influenciados por la tendencia postimpresionista europea y, sobre todo, por el fauvismo.