Ana Cortés
Cinco años más tarde viaja a París para estudiar en la Académie de la Grande Chaumière, recibiendo las enseñanzas del pintor francés André Lhote.Cortés permaneció tres años en Europa, recorriendo museos en países como Italia, Bélgica, Francia y España.[1] Durante aquella época conoció además la Escuela de París, movimiento que la inspiró a optar por un estilo abstracto en sus trabajos.[3] Cortés regresó a Chile en 1928 y se incorporó a la Escuela de Bellas Artes, siendo la primera profesora mujer de la escuela.El mismo año expuso en el Salón Oficial de Artes Plásticas junto a otros artistas formados en Europa.