Pintoresco

[1]​ Joseph Addison, en Los placeres de la imaginación (Pleasures of the Imagination, 1712), distinguió tres cualidades estéticas principales: belleza, grandeza (sublimidad) y singularidad (pintoresco).Price describió los placeres derivados de lo pintoresco, que son producidos por fenómenos como la irregularidad, la variación o la rudeza.Aplicado generalmente a la naturaleza, al paisaje, es cualquier visión natural que seduce a los sentidos por cualquiera de las cualidades descritas, por ser irregular, por su variedad o por ser una naturaleza agreste, salvaje.La estética de lo pintoresco influenció la pintura paisajística, que mostraría predilección por la naturaleza agreste, por las ruinas, los ambientes nocturnos o tormentosos, las cascadas, los puentes sobre ríos, cabañas en el bosque, etc.Otros arquitectos pintoresquistas ingleses fueron William Kent, Lancelot "Capability" Brown, Humphry Repton, etc.En Italia destacó Giuseppe Jappelli, autor del Caffè Pedrocchi en Padua y de la Villa Torlonia en Roma.En 1785, Alexander Cozens publicó un tratado sobre pintura de paisaje (Nuevo método para asesorar a la inventiva al dibujar composiciones paisajísticas originales) que recogía las nuevas aportaciones realizadas en el terreno de la estética por los filósofos empiristas.Los paisajes románticos son elaboradas escenografías donde la naturaleza es parte de un complejo diseño donde, junto a ésta, figuran construcciones y elementos anecdóticos, o la presencia de pequeñas figuras humanas que se ven inmersas en la inmensidad del marco natural.
Vista imaginaria de la Gran Galería del Louvre en ruinas (1796), de Hubert Robert .
Niebla y nieve en las montañas, vistas a través de una ruina gótica (1826), de Louis-Jacques-Mandé Daguerre .