Algunos autores incluyen como una etapa final de este período al siguiente, el Yemdet Nasr.
[2] La cultura Uruk tuvo su centro en la zona sur de Mesopotamia, pero sus rasgos se extendieron por todo el Oriente Próximo asiático.
Así, se encuentran muestras en el norte de Siria, Turquía o Susa, en el actual Irán.
En estas circunstancias, los nuevos pobladores necesitaban mucho menos terreno para satisfacer sus necesidades, lo cual explicarían el gran número de habitantes que llegó a tener la zona.
Generalmente se asume que en los enclaves centrales la sociedad estaba estratificada, situándose a la cabeza el ensi, o en, quien habría tenido poderes políticos y religiosos.
No se conoce qué motivó la transición hacia estos nuevos métodos constructivos, significativamente más caros: la piedra caliza debía ser transportada en pesados bloques desde la cantera hasta la obra y los mosaicos debían ser elaborados a mano en grandes cantidades.
De este modo el texto se imprimía haciendo rodar el objeto sobre el material fresco.
La escritura en arcilla blanda debía ser complicada, especialmente cuando se trataba de representar líneas curvas.
[5] En el nivel III, ya perteneciente al siguiente período, hay muestras de los primeros escritos siguiendo un sistema fonético.
En sus primeros usos consistía simplemente en una rueda sobre la que se colocaba la pieza cerámica, permitiendo su giro.