Península de La Guajira

Hasta finales del siglo XIX estuvo en disputa entre Venezuela y Colombia,[1]​ disputa finalizada con el Laudo Arbitral Español de 1891 cuando gran parte de esta fue declarada como perteneciente a Colombia, ratificando dicho laudo el tratado limítrofe de 1941.

Ésta disectada por innumerables arroyos torrenciales, efímeros, muchos de los cuales poseen depósitos de agua, naturales o mejorados, denominados jagüeyes, utilizados para consumo doméstico y abrevar ganados; la mayor humedad permite que en su periferia prosperen parches de vegetación más exuberante, algo semejante a lo que ocurre en los wadis africanos del Magreb, Sahel y Sahara y en los del Asia menor, aunque este término no se emplea en Sudamérica.

Precisamente los abundantes flamencos, Phoenicopterus ruber, le dan nombre a 80 km cuadrados de área natural protegida: el Santuario de fauna y flora los Flamencos.

El sudoeste de la península provincia de Padilla ha sido asiento desde la colonia de una población blanca y mestiza, más afín con la cultura europea; aprovecha los suelos ricos y el clima más mésico de la planicie aluvial del Ranchería con agricultura extensiva (arroz, ajonjolí, algodón…) y ganado vacuno, este sistema de produccióin se extiende hacia el sur y occidente, por los valles del río Ariguaní y del Cesar hasta la ribera del río Magdalena.

Este crecimiento indudablemente ha dejado huellas profundas no solo en el paisaje sino también en la cultura.

Fotografía tomada por la NASA de la Península de la Guajira y del Golfo de Venezuela.