Pedro de Aragón y Anjou

El condado de Ribagorza había dejado de existir tras proclamarse rey Gonzalo I de Ribagorza y su muerte, pasando a formar parte del reino de Aragón por haberlo heredado el rey Ramiro I. Jaime II reinstauró el condado y se lo cedió a su hijo Pedro, creando así de nuevo una dinastía condal.

[2]​ Fijó la capital del condado de Ribagorza en Benabarre.

El año 1328 viajó a Aviñón para gestionar la paz entre Sicilia y Nápoles y ese mismo año se encargó de preparar la coronación de Zaragoza de su hermano Alfonso IV de Aragón.

Tomó partido para que Urbano V, Papa de Aviñón, pudiera entrar en Roma, ciudad en la que fue Papa durante casi tres años, antes de tener que regresar a Aviñón.

[5]​ Sus restos mortales se hallaban sepultados en la capilla de la familia Cardona del convento.