[1] Girón se apoderó del feudo en un acción relámpago, pero el rey Fernando no tardó en recuperarlo y entregárselo al Guzmán, a quien pensaba casar con su nieta Ana de Aragón.
[11] La respuesta que recibió del rey fue categórica: «lo pagarás, don Pedro Girón, si intentas algo contra nuestra autoridad».
Girón dio su apoyo a la revuelta comunera estallada en abril de 1520 presentándose voluntariamente ante la Santa Junta, reunida en Tordesillas.
[14] El historiador Joseph Pérez lo incluye entre los comuneros «resentidos», un grupo de personas que vieron defraudadas sus ambiciones personales con la nueva monarquía de Carlos I y se unieron a la revuelta más por rencor que por convicciones políticas.
[18] Inexplicablemente, el 2 de diciembre movilizó sus tropas tomando dirección hacia Villalpando, localidad del Condestable que se rindió al día siguiente sin oponer resistencia.
Las fuentes están divididas acerca de si Girón traicionó a los comuneros o simplemente incurrió en un error táctico.
Repelió un motín en Pamplona, ocasionado por la falta de paga, y participó personalmente en algunos enfrentamientos.
[26] Thomas Rocha afirmaba: «no está lexos el magnánimo y robustísimo Pedro Girón, a quien valentíssimamente peleando el caballo fue muerto por los contrarios, y con su braço mató a muchos franceses».
El Condestable de Castilla, en virtud de su heroico servicio, le pidió al rey que perdonase a Girón y le hiciese alguna merced, aunque nuevamente no obtuvo respuesta.
[32] Su paradero durante un año y medio es incierto; probablemente, como afirma Joseph Pérez, no debió abandonar España, pues contaría con importantes protectores.
Se trabó una batalla que acabó en victoria cristiana y le causó a Girón una peligrosa herida en la cabeza.
[34] Tras el perdón, Girón se convirtió en hombre de confianza del monarca.
[1] Al ser una sucesión agnaticia, su hija no pudo heredar su título, y pese al pleito interpuesto, le sucedió su hermano Juan Téllez-Girón, como IV conde de Ureña.