Ordenado presbítero hacia 1630, fue canónigo y penitenciario de la catedral de Valladolid, provisor, vicario general del obispo Juan de Torres Osorio, juez del tribunal de la Inquisición y auditor y juez mayor de Vizcaya en la Chancillería de Valladolid.
[1][2] Presentado por el rey Felipe IV, en 1633 se trasladó a Roma para desempeñarse como auditor del Tribunal de la Rota y referendario del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, en tiempos del papa Urbano VIII.
Durante su estancia de diez años en la Santa Sede recibió varias prebendas, entre ellas un canonicato en Cuenca, otro en Burgos, la maestrescolía de Plasencia y un arcedianato en Briviesca.
El año anterior fue nombrado obispo de Salamanca; recibió la consagración episcopal de manos del obispo de León Bartolomé Santos, asistido por el de Valladolid Juan Merino y por el de Burgos Francisco Manso.
[7] Dejó escrita una recopilación de procesos judiciales de la Rota titulada Decisiones Sacrae Rotae Romanae, publicada en Lyon en 1665.