El cuadro puede aparecer en casi cualquier especie de animales de sangre caliente (mamíferos y aves), aunque en particular el término suele hacer referencia a la infestación por Pediculus humanus capitis, que se localiza fundamentalmente en el cuero cabelludo humano.
Esto quiere decir que su desarrollo consta de 3 fases: huevo (en piojos llamado liendre), ninfa y adulto.
La forma de contagio común es el contacto directo, o por compartir ropa u otros objetos contaminados.
[4] El contacto por objetos infestados puede ser: Las liendres no se contagian, ya que si una liendre se despega del pelo ya no tiene forma de treparse a otra cabeza, y las liendres tienen que estar a una distancia determinada del cuero cabelludo para obtener el calor y la humedad de este para madurar, por lo que al quitarlas ya no sobrevivirán.
Los síntomas característicos: No hay ninguna transmisión demostrada de enfermedades mediante los piojos del cuero cabelludo humano al menos en Europa.
Las liendres son más comunes en esas zonas, visibles en una inspección ocular del cabello cerca de las raíces.
Los piojos pueden aferrarse al pelo con sus patas con extremos en garras, rara vez se encuentran en otras partes del cuerpo o en la ropa.
[15][cita requerida] El uso de querosén y otros solventes no está recomendado debido a su toxicidad.
Los insecticidas usados para el tratamiento de los piojos incluyen organoclorados como el lindano, organofosfatos como el malatión, carbamatos como el carbaril, piretrinas como el piretro, y piretroides como la permetrina.
Además posee actividad residual, es decir, los restos de producto que permanecen en el pelo tras el aclarado siguen presentando acción contra nuevos piojos.
[21][22][23] La ivermectina se toma por vía oral y ha probado que reduce la infestación de piojos.