Malatión

El malatión es un insecticida organofosforado sintético de amplio uso en agricultura con actividad por contacto, ingestión e inhalación.

Los residuos de malatión en el medio ambiente, incluso en bajas concentraciones, pueden tener efectos adversos en los seres humanos, las plantas, los animales y los ecosistemas.

Los peces no pueden metabolizar el malatión, por lo que mueren con el uso excesivo de esta sustancia.

La exposición a niveles muy altos de malatión en el aire, el agua o los alimentos por un período breve puede causar dificultad para respirar, opresión del pecho, vómitos, calambres, diarrea, visión borrosa, sudor excesivo, mareo, pérdida del conocimiento y la muerte.

[cita requerida] Es probable que los efectos del malatión sobre la salud de niños sean similares a los observados en adultos.

No se sabe si los niños son más sensibles a los efectos del malatión que los adultos.

[cita requerida] No se han observado defectos de nacimiento en seres humanos expuestos a malatión.

Existen numerosas evidencias bibliográficas que describen los efectos negativos del malatión sobre la salud humana y los ecosistemas.

Otras personas que están en riesgo de exposición son quienes lo usan cerca de sus hogares y en sus jardines y personas que viven en áreas donde se rocía malatión para controlar moscas o mosquitos.

Las personas pueden exponerse a cantidades peligrosas si entran en campos poco después de que hayan sido rociados.

Por vía intravenosa se distribuye principalmente a hígado, riñones, intestino delgado, tracto urinario y pulmones.

Dicha bioactivación está mediada principalmente por las enzimas del citocromo P450 en el hígado, que crean el metabolito activo malaoxón a través de sulfuronación oxidativa.

Ciertas impurezas pueden potenciar la toxicidad de malatión y malaoxón al inhibir esas carboxilesterasas.

En circunstancias normales, la AChE se une al neurotransmisor acetilcolina (ACh) en la sinapsis y la hidroliza.

Por lo tanto, los vertebrados superiores pueden desintoxicarse y excretar malatión más fácilmente que los insectos.

Los síntomas muscarínicos incluyen sudoración excesiva, constricción de las pupilas, lagrimeo, salivación, calambres abdominales, diarrea, náuseas, vómitos, opresión en el pecho y dificultad para respirar.

Los niños pueden mostrar signos algo diferentes que en los adultos después de la exposición al malatión.

Neuropatía retardada: neurotoxicidad caracterizada por un daño en los axones de los nervios periféricos y centrales.

Este síndrome se caracteriza por debilidad o parálisis y parestesia de extremidades, principalmente inferiores.

El malatión es una de las primeras sustancias que se han probado como posible disruptor endocrino.

En humanos, por su parte, no hay evidencias claras de asociación entre el malatión y el cáncer.

Además, esta presencia de metabolitos también puede deberse a que hayan sido ingeridos en la dieta o desde el medio ambiente.

Hay casos descritos en que se han llegado a utilizar 3 g de atropina en 24 horas.

Esta sustancia puede ser peligrosa para el ambiente; debería prestarse especial atención a las abejas.

Figura 1. Oxidación del malatión a malaoxón.