Paulino de York

[nota 1]​ Paulino, miembro de la misión gregoriana enviada en 601 por el papa Gregorio Magno para convertir a los anglosajones, llegó a Inglaterra en 604 con el segundo grupo de misioneros.

Tras pasar unos años en el reino de Kent, posiblemente en 625, Paulino fue consagrado como obispo.

Paulino regresó a Kent, donde se convirtió en el obispo de Rochester.

Fue enviado al reino de Kent por el papa Gregorio Magno en 601, junto a Melitón y otros, como parte del segundo grupo de misioneros enviados para convertir a los anglosajones al cristianismo.

El historiador D. P. Kirby argumenta que Paulino y Ethelburga debieron por tanto haber ido a Northumbria antes de 624, y que Paulino fue al norte no como obispo, sino como sacerdote, regresando después para ser consagrado.

Edwin prometió convertirse al cristianismo y permitir que su nueva hija Eanfleda fuera bautizada si obtenía la victoria frente a Wessex.

Sin embargo, no mantuvo su promesa en los momentos inmediatamente posteriores a su victoria militar contra los sajones occidentales.

Mientras Paulino revelaba el sueño a Edwin, posó su mano en la cabeza del rey, la prueba que éste necesitaba.

[2]​ También condujo a un fuerte declive del cristianismo en Northumbria,[24]​ puesto que los sucesores inmediatos de Edwin volvieron al paganismo.

[2]​ Aunque el diácono de Paulino, Jacobo, se quedó en el norte y luchó por reconstruir la misión romana,[24]​ la viuda de Edwin decidió regresar a Kent.

Como el palio no llegó a su poder hasta después de abandonar York, nunca pudo vestirlo como arzobispo.

[27]​ Su sucesor en Rochester fue Ithamar, el primer inglés consagrado a una sede de la misión gregoriana.

[2]​ La conversión de Northumbria al cristianismo fue realizada principalmente por los misioneros irlandeses que trajo a la región el que sería el sucesor de Edwin, Oswaldo.

El rey san Edwin de Northumbria medita su conversión al cristianismo aconsejado por Paulino de York, en un grabado de 1611.
Mapa de algunos reinos ingleses en torno al año 600.