[4][5] Por un lado, la percepción de que ciertas características no son deseables genera una búsqueda de soluciones y, por interés económico, se pueden ofrecer tratamientos y asistencia que, en realidad, no son necesarios.
[6] Por otro lado, también en el campo de la prevención hay procedimientos que han sido señalados como medicalización, al ser controvertido el índice riesgo/beneficio.
Solo siete u ocho medicamentos, los demás regulan, ajustan, nivelan...pero no erradican la enfermedad.
Los lobbies, gobiernos, poderes públicos en connivencia con el mercado farmacéutico crean lazos de interés para lucrarse exponencialmente.
En un nivel más profundo, la medicalización puede ayudar a alimentar obsesiones no beneficiosas para la salud, a crear explicaciones sociológicas o políticas oscuras o confusas sobre los problemas de salud, y centrar excesivamente la atención en las soluciones farmacológicas.