El grupo también aboga por una involucración menor de las compañías farmacéuticas en la educación y práctica médica.
[3] La mayoría de los, aproximadamente, 500 miembros son médicos, aunque también hay algunos asistentes sanitarios, enfermeros y otros practicantes.
[7] El grupo intenta que los trabajadores de la salud firmen la promesa No Free Lunch.
[12][13] Algunos representantes de empresas farmacéuticas argumentan que las muestras gratuitas se pueden dar a pacientes indigentes.
[14] El grupo también busca convencer a los médicos de no confiar en investigaciones proveídas por las empresas farmacéuticas para su información sobre medicamentos, sino basar sus decisiones únicamente en evidencia científica imparcial.