[2]La voz parzonería es un galicismo derivado del francés parçonier (partícipe); parzoneros son, en consecuencia, los pueblos que comparten las tierras; parzonerías son las asociaciones de partícipes y, por extensión, sus respectivos patrimonios territoriales.
De esta extensión, casi tres cuartas partes es arbolado (principalmente hayedo) y el resto pasto.
Los documentos más antiguos definen a las entidades conocidas como parzonerías como de origen inmemorial.
Sin embargo, como consecuencia de las desamortizaciones del siglo XIX, en 1860 se dividió el arbolado adjudicándolo a las distintas entidades que componían la Parzonería: 2/8 para Salvatierra, 3/8 para la Hermandad de San Millán y Aspárrena (que al constituirse posteriormente en municipios, se lo dividieron al 50%) y 3/8 para los otros seis pueblos.
El resto de aprovechamientos (pasto, aguas, caza, roturos, caminos, chabolas, etc.) serían mancomunados.
Todos estos bienes comunes constituyen una importante fuente de ingresos para los erarios municipales.
[1][9]La parzonería no es una forma de repartir el monte, sino una entidad organizativa para usarlo: La gestión de pastos y arbolado públicos corresponde directamente a los municipios propietarios que organizan su gestión.
Hasta tiempos relativamente recientes, quienes se dedicaban al pastoreo permanecían en la sierra durante el verano, acompañando a sus rebaños, lo que dio origen a las majadas, en las que había una txabola para refugio humano y un aprisco para recoger al ganado.
Desde la identificación en 1919 de un primer megalito, se han ido conociendo dólmenes, túmulos, cromlech, menhires y otras evidencias arqueológicas (levantados a partir del Neolítico medio, hace unos 5.500 años).