Los parásitos de puesta interespecíficos usualmente ponen un huevo por nido, aunque en algunos casos, particularmente los boyeros o renegridos, varias hembras pueden parasitar el mismo nido.El cuco común presenta un caso interesante en el cual la especie como un todo parasita una amplia variedad de hospedadores, pero las hembras individuales se especializan en una sola especie.Esto al mismo tiempo previene que los hospedadores se den cuenta que su nido ha sido parasitado y reduce la competición para el pichón parásito cuando eclosiona.Algunos pichones parásitos, como en Cuculus, tienen una depresión o concavidad dorsal que les permite empujar fuera del nido a cualquier huevo o pichón.[9] Existen dos especies de aves que se ha especulado realizan este comportamiento similar a la mafia: el boyero cabecipardo de América del Norte, y el críalo europeo.[9] Un experimento se llevó a cabo por Soler et al, desde abril a julio, entre 1990 y 1992 en la alta meseta de Hoya de Guadix, España.Esta destrucción beneficia al críalo, por la posibilidad de que la reanidación de la urraca le permita otra oportunidad para intentar que el huevo parásito sea aceptado.[11] Una crítica a la hipótesis es que ésta no provee mecanismos por los cuales los nidos son escogidos, o cuales señales podrían ser las usadas para el reconocimiento del sitio escogido.[12] Dado los efectos perjudiciales que los parásitos de puesta pueden tener en el éxito reproductivo de las aves hospedadoras, estas especies han desarrollado varias defensas contra esta amenaza singular.Un cuco suele inducir a la agresividad de sus posibles hospedadores, que le acosan y persiguen cuando pueden.[4] Las aves que anidan en agregaciones pueden también beneficiarse de la defensa en grupo.El comportamiento de expulsión tiene, sin embargo, algún costo, especialmente cuando la especie hospedadora tiene que vérselas con huevos mimetizados.Además, los hospedadores dañarán a veces sus propios huevos mientras tratan de expulsar los del parásito.Entre los hospedadores que no exhiben la conducta de expulsión de huevos parásitos, algunos abandonan el nido parasitado y comienzan uno nuevo, como ocurre frecuentemente con el mosquitero silvador, otros incluso destruyen el nido.Otro comportamiento puede incluir la modificación del nido de forma que excluya los huevos parásitos, tanto tejiendo sobre el huevo o en algunos casos reconstruyendo un nuevo nido sobre el existente.Algunas especies de tortugas tal como la Pseudemys nelsoni,[cita requerida] pueden escavar los nidos de los cocodrilos y caimanes, cuando la madre se distrae ponen sus huevos en el nido, que luego entierran para que la madre cocodrilo cuide sus huevos, algunas veces la madre cocodrilo ataca a la tortuga puesto que es muy sobreprotectora con sus huevos, aunque muera la tortuga los huevos están seguros con la protección de la madre cocodrilo.Las hembras (una o más por sitio) visitan el lugar que el macho defiende para desovar.
La hembra del pato
porrón osculado
pone sus huevos en los nidos de otras hembras.