Panteón de Santa Paula

En ese lugar se sepultaban personas de escasos recursos.

Tiempo después, el Panteón de Santa Paula quedó casi destruido a consecuencia de un temblor ocurrido en 1858, por lo que fue clausurado junto con los panteones de San Fernando, Los Ángeles y San Diego, pues al ser absorbidos por la ciudad, constituían un riesgo para la salud pública.

En 1902, se ordenó limpiar el terreno de Santa Paula, para que finalmente, en 1904, se llevase a cabo la demolición de las bardas que todavía quedaban en pie.

[1]​ En este panteón, el general Antonio López de Santa Anna hizo enterrar la pierna que años antes había perdido en Veracruz, durante la Guerra de los Pasteles.

Años más tarde, cuando Santa Anna pensó ceñirse la corona imperial, un grupo de personas que se oponían exhumaron la pierna de su nicho y la pasearon por las calles.