Palacio del duque de Medina Sidonia

El palacio también ha sido habitado por judíos descendientes de sefardíes, que a pesar de su religión han respetado los símbolos y elementos construidos en épocas anteriores.Tras la Conquista cristiana de Córdoba, este palacio mudéjar construido en el siglo XIII se conocía, por entonces, con el nombre de "Casas Altas".Posteriormente habitaron allí su hijo Fernán Alfonso con su mujer Urraca González, y después, a finales del siglo XIII, hicieron lo mismo su nieto Alfonso Fernández con su mujer Constanza Álvarez.Esto se refleja en la remodelación que llevan a cabo en el Palacio (conocido por aquel entonces como "Casas Altas") convirtiéndolo en un bellísimo palacio mudéjar, tras realizar importantes obras encargadas al arquitecto bajo-medieval Maesse Mohamad.[3]​ A partir de este momento, el Palacio dejará de ser conocido como "Casas Altas" y comenzará a conocerse como "Palacio del hijo de Enrique II", "Palacio del Duque" o "Palacio del Duque de Medina Sidonia" (nombre con el que se le conoce todavía en la actualidad).Diego López de Haro y Guzmán contrajo matrimonio con María de Guzmán, residiendo ambos en este Palacio hasta que trasladaron su residencia a Madrid.En 1590, venden la propiedad del palacio a la familia de los Armentas.Aunque la obra se realiza en el año 1609, la traza del artesonado es puramente mudéjar, puesto que este estilo es usado en Córdoba hasta finales del siglo XVIII.Damián de Armenta y Valenzuela realiza nuevas obras en el Palacio: modifica la disposición del primer patio de la entrada, levanta nuevas galerías, y construye un friso barroco en el que realiza una inscripción en latín que dice "Vivimos como si al día siguiente tuviéramos que morir, y edificamos como si siempre tuviéramos que vivir.En 1949 el palacio fue adquirido por Enrique Merino y su esposa Josefina López Suárez Varela, quienes solicitan a González del Campo que restaure el palacio para preservar y conservar los elementos representativos de los distintos estilos arquitectónicos que se habían usados en la construcción y decoración del mismo, a lo largo de los siglos.Así, conservaron la traza mudéjar usada en el edificio y sus patios, la piscina que antes había sido baño árabe de Abenfunt y de la Mezquita (que estaba situada en la actual iglesia de Santiago el Viejo), la capilla con bóveda de arista y el retablo, los techos y artesonados de estilo mudéjar, la arcada situada en el patio, la escalera barroca y su decoración, entre tantos otros elementos.En 1964 el palacio se lo venden a Ellie J. Nahmias, quien al ver tan solo su fachada, tuvo interés en comprarlo.El palacio pasó a manos del sefardí de Salónica Elie J. Nahmias cuando se le averió su coche en Córdoba durante su ruta turística en Andalucía la Nochebuena de 1964.
Escudo de Damián de Armenta y Valenzuela, esculpido en piedra en 1636 en la puerta principal del palacio