Su historia se remonta cuando José Díaz Gana mandó construir el palacio Díaz-Gana al arquitecto alemán Teodoro Burchard.
Con el pasar del tiempo la familia Concha Cazotte fue perdiendo su patrimonio económico, vendieron sus posesiones y en 1922, al fallecer Enrique Concha, su viuda, Teresa Cazotte decidió urbanizar la quinta encargándole el loteo de la propiedad a Arturo Besa Rodríguez.
En 1926 se construyó el Teatro Carrera, de estilo expresionista, que prácticamente ocultaba el palacio Concha Cazotte.
Cuando falleció Teresa Cazotte en 1932, la mansión, ya sin obras de arte, sobrevivía apenas; al año siguiente fue abandonado y en 1935 se procedió a demolerlo.
Enrique Renard Gómez de Silva y Adela Infante Valdés de Renard encargaron en 1920 al arquitecto Carlos H. Sotomayor construir el palacio Concha en lo que fue el jardín del Concha Cazotte.
Fue restaurado siguiendo su forma original en 2008 por empresarios extranjeros; es el palacio del barrio Concha y Toro mejor preservado en su forma original, considerado patrimonio histórico y arquitectónico de Chile.