Una característica fundamental de P. larvae es la formación de endosporas, las cuales son extremadamente resistentes al calor (30 minutos a 100 °C y 15 min a 120 °C), desinfectantes químicos, cloro, radiación UV (20 min), iodados y agua caliente con cualquier aditivo.Las esporas, sumamente resistentes son de forma ovoide, brillantes y refringentes, colorean solo en su parte periférica y son capaces de sobrevivir hasta 40 años en un ambiente natural, aunque se disminuye su viabilidad en ese período.Las bacterias no pueden atravesar la pared intestinal hasta que la larva se convierta en propupa.Las crías muertas adquieren un color castaño, consistencia semifluida (chicle) y despiden un olor desagradablemente agrio (putrefacción de las larvas).Las abejas tienden a quitar estos opérculos para limpiar las celdas, dejando los cuadros con larvas muertas abiertos.Laboratorial: se maceran larvas, con agua destilada, para una posterior extensión y teñido por Gram o Giemsa.Las experiencias demuestran diferentes tratamientos y prácticas apícolas, de las cuales se extrae lo siguiente: