Tras su experiencia española, jugó cinco temporadas en el Benfica, obteniendo un total de nueve títulos en Europa.
En 2014 disputó ocho encuentros con el Johor Darul Takzim FC de Malasia y volvió a River.
Luego se probó en River Plate y, aunque lo aceptaron, su padre decidió que aún era muy pronto para jugar al fútbol a ese nivel y volvió a Río Cuarto con su familia.
Siendo un gran asistente, creativo y veloz,[2] Aimar fue una pieza vital en el Torneo de Apertura obtenido por River Plate en 1999, formando una gran sociedad con Saviola, Juan Pablo Ángel y Ariel Ortega posteriormente (llamados en ese entonces Los 4 fantásticos).
En el siguiente torneo (Apertura 2000) conformó una delantera muy recordada por su buen juego y su brillo junto a Ariel Ortega.
El Valencia se adelantó a otros equipos europeos para hacerse con los servicios del jugador argentino en enero de 2001.
[4] Después de marcar ocho tantos en 31 partidos en la temporada 2002/03, la siguiente campaña fue menos fructífera a nivel personal y colectivo, y vio más tarjetas (cinco) que los goles que marcó (cuatro).
[5] Las dos últimas temporadas de Pablo Aimar en el Valencia se caracterizaron por las continuas lesiones que no le permitieron mantener una regularidad en su juego.
Sin embargo, esa temporada obtuvo el Premio Efe, al mejor jugador latinoamericano.
Ese mismo año en un partido contra Ecuador por las eliminatorias mundialistas, Aimar siente un fuerte dolor por una pubalgia solitaria, que padecería a lo largo de varios años y a la postre afectaría fuertemente su carrera.
El mediapunta argentino participó en 179 partidos oficiales con la camiseta del Sport Lisboa e Benfica y concretó 17 goles.
El cuerpo técnico, liderado por Lionel Scaloni logró clasificarse campeón con la Selección Sub-20 en el torneo de L´ Alcudia 2018 tras vencer a Rusia por 2-1 (goles de Facundo Colidio y Alan Marinelli, este último en tiempo suplementario).
[12] Finalmente, en el Mundial de Catar 2022, logró como entrenador junto a Scaloni levantar la Copa del Mundo.
En su paso por las selecciones juveniles de Argentina, fue campeón mundial sub-20 junto a jugadores como Leo Franco, Juan Román Riquelme o Esteban Cambiasso.
[17] Mientras Riquelme se mostraba como un jugador más estático y organizador, Aimar era un regateador eléctrico y frenético que ostentaba una impresionante aceleración que lo ayudaba a regatear a varios jugadores en una carrera hacia el arco rival.