Formó parte de la junta que fundó en 1904 el Sport Lisboa e Benfica y ocupó casi todos los cargos salvo la presidencia, razón por la que está considerado uno de sus mayores símbolos.
Un año después debutó como jugador y en 1908 lo compaginó con el cargo de entrenador, que mantuvo en sucesivas etapas.
Además impulsó otras secciones: fue portero de hockey sobre hierba, fijó las reglas del hockey sobre patines y colaboró en la construcción del primer campo propio, el Estádio das Amoreiras, inaugurado en 1925.
[3] A pesar de ser su figura más importante durante décadas, nunca fue presidente del Benfica.
En 1926 afrontó un movimiento opositor a su gestión, encabezado por António Ribeiro dos Reis, y aunque Damião ganó las elecciones a la presidencia, rehusó aceptar por las discrepancias entre ambas partes y se optó en su lugar por Alberto Silveira Ávila de Melo.