Previamente, sus condiciones habían sido reconocidas por Oscar D'Oliveira quien le pagó lecciones en un conservatorio, que Rorra abandonó poco tiempo después.
Cabe resaltar que ya existía otra persona apodada de esta forma y se trataba del tenor norteamericano Roland Hayes.
[3] Estos tangos, interpretados en estas primeras instancias por Rorra, fueron grabados y popularizados inmediatamente por Carlos Gardel.
[12][13][14] Adicionalmente, grabó en el mismo período dos canciones más en las que participó como estribillista, la maxixa "Monerías",[15] y el shimmy "Noé-noé".
Rorra adoptó estos ritmos, llegando incluso a ser presentado como “cantador cubano” en el teatro Novedades de Barcelona.
Desde inicios de esa década, ritmos cubanos tuvieron una progresiva popularidad en Montevideo, con temas como "¡Ay mama Inés!"
En el año de su regreso es contratado para realizar un ciclo enfocado principalmente en canciones cubanas, por la emisora radial CX 42 entonces llamada “Tribuna Sonora”.
[19] El historiador del tango Horacio Loriente refiriéndose a las grabaciones en disco que efectuó Rorra en 1925, afirmó:[3] Mientras que Raúl Durante opinó luego de su fallecimiento:[4] Una opinión divergente expresó el investigador argentino Néstor Pinsón, quien refiriéndose a Rorra dijo:[4]