Diócesis de Oriente

Durante la Antigüedad tardía, fue una de las principales regiones comerciales, agrícolas, religiosas e intelectuales del imperio, y su localización estratégica frente el Imperio sasánida y las tribus rebeldes del desierto le otorgó una importancia militar excepcional.Su capital fue Antioquía del Orontes, y su gobernador tenía el título especial de Comes Orientis (lit: Compañero de Oriente), de la clase «hombre espectacular» (vir spectabilis) y más tarde «hombre glorioso» (vir gloriosus) en vez del ordinario vicario.[1]​[2]​ La diócesis incluía originalmente todas las provincias de Oriente Próximo del imperio: Isauria, Cilicia, Chipre, Eufratensis, Mesopotamia, Osroena, Siria, Celesiria, Fenicia, Palaestina Prima, Palaestina Secunda, Arabia y las provincias egipcias Augustamnica, Tebaida, Libia Superior y Libia Inferior, que fueron posteriormente separadas y agrupadas en la nueva diócesis de Egipto en el reinado de Valente (364-378).La última creación de una nueva provincia data del reinado del emperador Justiniano (527-565), cuando Teodoria, la región en torno a Laodicea, fue separada de la Siria Prima (538).Tras la victoria bizantina en la guerra y la recuperación de la región, se perdió nuevamente, esta vez definitivamente, a manos de los conquistadores musulmanes: en los años 640, Cilicia formó la frontera entre el Imperio bizantino y el nuevo Califato ortodoxo, mientras que los dos Estados se disputaban el señorío de Chipre.