[6][7] Bajo Teófilo (r. 829-842), se separaron sus porciones oriental y sudoriental, en la frontera con los árabes, que incluían los fuertes que guardaban la entrada a las Puertas Cilicias, para formar dos nuevos distritos fronterizos (kleisourai), los de Capadocia y Seleucia.
Con el avance del tiempo, en el siglo siguiente, los bizantinos lograron reafirmar su control en el oeste y en el norte de Anatolia.
Los Beylicatos de Anatolia fueron a su vez absorbidos por el aumento del Imperio otomano en el durante el siglo XV.
Posteriormente, Anatolia fue dividida en una serie de pequeños reinos helenísticos (entre los que se incluía Bitinia, Capadocia, Pérgamo, y Ponto), de los cuales todos habían sucumbido a Roma, a mediados del siglo I a. C. Más tarde, en el año 324, el emperador romano Constantino I eligió Bizancio como sede de la nueva capital del Imperio romano, que incluso pasó a llamarse Nueva Roma (Constantinopla y más tarde Estambul).
Así, se estima que a mediados del siglo IX, el ejército bizantino contaba con alrededor de veinte mil hombres.
La fuerza del Imperio radicaba en el contingente de soldados campesinos, por lo que no era necesario recurrir a la aristocracia.
En consecuencia, en torno al siglo IX, las fuerzas del emperador bizantino y del rey bárbaro eran visiblemente desiguales El sistema de temas garantizaba la tierra para la familia siempre y cuando cada generación fuera educada militarmente, a fin de crear una fuerza militar sólida.
Además, se reforzaba simultáneamente, la pequeña propiedad libre, consiguiendo romper con la tendencia protofeudal que se estaba dando en los estados germánicos, evitando la descentralización del poder, pues fomentaba la pequeña propiedad en detrimento de su acumulación por parte de la nobleza terrateniente.
Los temas, eran unidades administrativas las cuales estaban establecidas a partir de una reforma promulgada por el emperador Heraclio durante el siglo VII.
Cuando aceptaban estas proposiciones, los participantes accedían a que sus descendientes también trabajaran en el ejército y en un thema, de esta forma el Estado Romano reducía la necesidad de levas impopulares, al mismo tiempo que agrandaba y fortalecía el ejército a un bajo costo.
Durante mucho tiempo, la palabra griega «tema» se utilizó para designar un cuerpo de ejército establecido en una provincia; más tarde durante el siglo VIII, empezó a emplearse para designar no sólo a las fuerzas militares, sino también la provincia ocupada por ellas.
Las fuentes mencionan por primera vez a los themas propiamente dichos después del año 662.
Se hallaron monedas en algunos yacimientos arqueológicos de Anatolia acuñadas después del año 658 donde se vuelve poco común, lo que podría significar que, en ese momento, el Estado habría gastado menos dinero en la zona.
Si esta datación fuera acertada, durante estos cuatro años, los soldados se habrían asentado por toda Anatolia y el sur de Tracia.
[15] La organización del Imperio bizantino tenía una formación perfecta, con sus clasificaciones bien determinadas, que son de la siguiente manera: