Novela de costumbres

El nacionalismo propio del , con su nostalgia por las costumbres y cosmovisiones que la sociedad de la Revolución industrial estaba degradando y perdiendo, desarrolló notablemente este género en el siglo XIX.

En la literatura española del siglo XIX escribieron novelas costumbristas Fernán Caballero (La gaviota, novela original de costumbres), Pedro Antonio de Alarcón (El sombrero de tres picos), el cántabro José María Pereda, quizá el maestro del género (Sotileza y Peñas arriba), así como el andaluz Juan Valera (Pepita Jiménez).

Más tarde, en el primer tercio del siglo XX, aparece un realismo costumbrista o neocostumbrismo de escritores hoy olvidados, como Alejandro Pérez Lugín con La casa de la Troya, novela de costumbres gallegas y estudiantiles que constituyó su mayor éxito, junto con Currito de la Cruz, que aborda el mundo del toreo), Pedro de Répide, consagrado a las costumbres madrileñas y otros autores como Salvador González Anaya, Luis Taboada o Diego San José.

The House of Mirth (1905) o The Age of Innocence (1920) de Edith Wharton, o incluso El gran Gatsby de Francis Scott Fitzgerald, que trasciende el costumbrismo de los felices años veinte para mostrar la crisis y decadencia moral del sueño americano.

También es representativo en ese sentido Corre, Conejo de John Updike.