Fuentes obtuvo una licenciatura en Literatura Hispanoamericana en la Universidad de La Habana.
Sin embargo, por este trabajo —que aborda la lucha contra las guerrillas anticastristas del Escambray— fue condenado al ostracismo, donde permaneció por 15 años.
[1] Fuentes fue el único que no se autoinculpó y, al tomar la palabra aquella noche, dijo:"Yo soy un revolucionario.
Este libro fue la llave para entrar a los círculos más altos del poder cubano, el de los hermanos Fidel y Raúl Castro, y convertirse en el escritor favorito del régimen.
Diversos medios de América Latina y Europa publican sus artículos.