El Nilo Blanco, o simplemente el Nilo, tiene tres fuentes diferentes, situadas al norte del lago Tanganica, que se reúnen rápidamente antes de converger en el lago Victoria (que está bordeado por Uganda, Kenia y Tanzania).
Al ser su caudal más constante y regular permite la navegación durante todo el año.
[4][5] Es una región ecuatorial, con altas temperaturas por lo que se produce una gran evaporación de agua.
La vegetación flotante recibe en árabe el nombre de sudd, que da lugar al topónimo.
Se dedican al pastoreo de vacuno, caprino y ovino, que cuidan para su propia manutención.
En el arte clásico, el Nilo se representaba habitualmente como una deidad con la cabeza cubierta, lo que insinuaba lo desconocido de su origen.
Al menos dos de ellos, Pero Páez (1564-1622) y Gerónimo Lobo (1593-1678), vieron el nacimiento del Nilo Azul.
Es cierto que sus observaciones no se publicaron hasta el siglo XX, y en 1790 el viajero escocés James Bruce habló en detalle sobre los orígenes del Nilo Azul en su ensayo "Andanzas en busca de la fuente del Nilo".
En 1950-1951, la expedición de Jean Laporte pudo recorrer por primera vez a nado todo el río desde el nacimiento, donde Waldecker construyó una pirámide simbólica en 1938, hasta la desembocadura.
Este tramo del Nilo, ha sido escenario de importantes asentamientos humanos, siendo fundamental para la agricultura, el comercio y las culturas que florecieron a su paso.
En la Edad Media, la región del Nilo Blanco fue hogar de diversos pueblos que participaron en el comercio transahariano.