Nicomedes Castro

Combatiendo en el batallón 24 de Abril, en Tuyutí volvió a ser herido seriamente, de balazos y arma blanca, y fue trasladado a Montevideo para su recuperación.

Una vez efectuado esto, se le mandó bajar a la Capital, donde siguió prestando servicios hasta la terminación de esa guerra.

Solicitó y obtuvo entonces, a consecuencia de sus muchas heridas, cédula de inválido, pero manifestando estar siempre pronto al llamado del Gobierno, en cuanto hubiese peligro.

[1]​ Excelente administrador, organizó en esta ciudad la Escuela de Artes y Oficios, dedicada a la educación de jóvenes pobres, erigió un monumento a los Servidores de la Patria, impulsó el tendido de una línea telefónica y telegráfica entre Durazno y Sarandí del Yí, hizo construir el Hospital Municipal (financiado con una colecta popular que él mismo organizara) y durante su período se instaló una agencia del Banco Nacional.

El cultísimo administrador del nosocomio, señor Don Dardo E. Clare, nos dice a su respeto: «Era un hombre fruto exclusivo de sus esfuerzos.

General Nicomedes Castro.