Debido a esta situación, se instauró un Consejo de Regencia.
Fue nombrado capitán general de los ejércitos papales por el papa Bonifacio IX cuando tenía veinte años.
Azzo continuó con sus pretensiones a pesar de que Nicolás fue legitimado por una bula papal de 1391[2] y podía gobernar, ya que Ferrara era un vicariato papal.
La estabilidad lograda por Venecia y el concejo de regencia se rompió en julio de 1398, cuando Francisco II de Carrara entró en Ferrara con una numerosa escolta de hombres armados, apresó a Bartolomeo de la Mella y reemplazó a los miembros ciudadanos del concejo con personas leales a él.
Anteriormente se había contratado a Juan de Barbiano para asesinar a Azzo por treinta mil (30.000) ducados de oro y los castillos de Lugo y Conselice.
El matrimonio no concibió hijos y ella murió por la peste en 1416.