Prácticas como el control del orgasmo son variedades bien conocidas de negación sexual erótica en las que una persona es mantenida en un estado de elevada excitación sexual durante un período prolongado sin experimentar un orgasmo.
La negación sexual erótica es común pero no exclusivamente practicada en conjunto con el BDSM y el bondage.
La práctica de la «provocación y negación» se refiere a situaciones en la que una persona recibe estimulación hasta que está cerca de un orgasmo, punto en el cual se detiene la estimulación, manteniendo a la persona al borde del orgasmo.
Dependiendo de la relación, las personas sujetas a la negación pueden ser provocadas repetidamente hasta el punto del orgasmo varias veces, pero sin alcanzar un orgasmo real, lo que provoca sentimientos de intensa excitación y necesidad psicológica.
Hay cinturones de castidad o dispositivos bajo llave similares disponibles para todos los géneros.
Esto puede verse como una forma de negación total si el consolador con arnés reemplaza al pene durante la duración entera del juego, o como una forma de provocación si se usa solamente durante el juego previo.
Puesto que el sumiso se mantiene en un estado de necesidad sexual y vulnerabilidad, es más probable que adopte una postura dócil respecto al dominante, y el incumplimiento puede resultar en provocaciones adicionales o en períodos prolongados de negación, entre otros castigos.
La humillación erótica puede también ayudar a reforzar la posición de la o el dominante en la relación.