Los vestigios mayas más importantes en este municipio llevan el nombre de Las Carmelitas, Montebello, Joval, Corozal y Chacaj.
Aunque se encuentran inexplorados y no están abiertos al público.
El principal río es el Usumacinta, que recibe por su margen izquierda las aguas del río Chacamax, así como las de los arroyos Hondo, Jobo, Pochote y otros de menor importancia.
En ciertas áreas se encuentra vegetación secundaria como consecuencia del abandono de las tierras.
Hay otras pequeñas áreas llamadas tulares, que tienen características similares a los de los popales.
La ganadería es otro sector importante en la economía local, practicándose esta actividad de manera extensiva.
Hay 49,030 cabezas de ganado, predominando las razas cebúinas entre las que se encuentran: la brahmán, nelore, indubrasil y gyr.
Así también se han comenzado a introducir razar europeas como el suizo, holandesa entre otras.
Según datos del INEGI, en 2000 existían: 42,817 bovinos; 7,495 porcinos; 957 ovinos; 2,599 equinos y 91,993 aves de corral.
Cuenta con restaurantes, área de estacionamiento y es un sitio ideal para pescar, enmarcada al fondo con el río Usumacinta.
A 20 minutos de la cabecera municipal se encuentra la villa Chable, la cual cuenta con la segunda iglesia más antigua del estado de Tabasco, la cual solo preserva en pie su fachada.
La cabecera municipal es una ciudad construida sobre suaves colinas que permiten vistas panorámicas del río Usumacinta.
Frente a la ciudad, durante la temporada de estiaje, aparecen playones en el río, los que son visitados por cientos de bañistas, quienes se refrescan en las aguas del río.
En el "playón" existe gran ambiente, conjuntos musicales y se pueden practicar deportes acuáticos.
Además se pueden realizar el safari fotográfico, conocer las exuberantes especies de flora y fauna durante los fantásticos recorridos en bicicleta entre otras actividades.