En la región del Magdalena Medio, los dirigentes liberales Jaime Castro y Jorge Perico Cárdenas habían aceptado el crecimiento de las autodefensas desde finales de los setenta.
Los precandidatos liberales de la época como Hernando Durán Dussán, Jaime Castro y Ernesto Samper defendieron al nuevo movimiento señalando la necesidad de respetar la pluralidad ideológica.
El movimiento fue criticado por Bernardo Jaramillo, candidato de la Unión Patriótica que fue asesinado en 1990 y por el secretario del Partido Comunista Colombiano Gilberto Viera.
[5] Al ser encontrado un libro de Armando Valenzuela en una finca de Gonzalo Rodríguez Gacha y la presunta cercanía de los dirigentes de este partido a los asesinos de Luis Carlos Galán, se disolvió el partido surgiendo otras fuerzas políticas como el Movimiento Liberal Democrático y Popular del Magdalena Medio, y el Movimiento Agropecuario Nacional (Maná).
Influenciando a grupos neonazis en Colombia como la Tercera Fuerza.