En el campo del diseño automovilístico, un vehículo con una configuración de motor central y tracción en las cuatro ruedas (C4), se caracteriza por tener el motor situado entre los dos ejes del vehículo y por disponer de cuatro ruedas motrices.[1] Aunque el término "motor central" significa que el centro de gravedad del propulsor está ubicado entre el eje delantero y el eje trasero de un automóvil, por lo general se utiliza para denominar a los automóviles deportivos y de carreras en los que el motor está situado detrás del habitáculo.[3] Debido a que generalmente el peso de un automóvil se desplaza hacia la parte trasera al acelerar en todos los automóviles, este hecho aumenta la cantidad de agarre en las ruedas traseras, pudiendo transmitir un mayor par motor sin llegar a patinar.[4] Debido a que el motor no está en la parte delantera, el automóvil se puede diseñar con una cantidad mínima de área frontal enfrentada al viento, aumentando en gran medida su eficiencia aerodinámica .Esto significa que al circular por una curva rápida, el automóvil puede mostrar un comportamiento más "neutral", con menos sobreviraje o subviraje.
Audi R8 V10 Plus (Tipo 4S), un ejemplo de un vehículo C4