[1] La flota se encontró con la Armada Republicana y se produjo un enfrentamiento (hoy conocido como la batalla del Cabo de Palos), durante la cual la flota republicana (posiblemente el destructor Lepanto) torpedeó al Baleares y provocó su hundimiento.
Los destructores ingleses HMS Boreas y HMS Kempenfelt acudieron para auxiliar a los naufragados y pudieron rescatar a 435 marineros; el resto de la tripulación murió ahogada o ametrallada por la aviación republicana mientras intentaban salvarse, hasta un total de 788 tripulantes.
[2] Pocos días después del hundimiento, el diario local Última Hora promovió la construcción de un monumento conmemorativo a las víctimas e impulsó una suscripción popular.
[3] Llegaron donaciones de todo tipo (más o menos voluntarias), para reunir las 98.000 pesetas que costaría erigir el monumento.
[2][4] A finales de 1940 el monumento estaba muy avanzado, pero las obras se interrumpieron al no haberse completado el presupuesto previsto, lo que obligó a realizar sucesivas campañas para poder completar los gastos.
[12] Tras su construcción el monumento permanecería sin cambios durante todo el período de la Dictadura franquista.
[15][16][17] En cualquier caso, durante el período democrático y hasta bien entrado el siglo XXI d. C. el monumento sufrió una degradación progresiva que obligó a retirar la escultura del marinero debido a su mal estado.
Dada la simplicidad formal y la carencia casi total de ornamentación no es fácil ubicarlo en un estilo definido.
Contiene elementos propios tanto de la estética Art déco y el Racionalismo arquitectónico, así como del Clasicismo despojado o Neoclasicismo.
El lado sur era el más importante y allí fue grabada la inscripción conmemorativa, hoy borrada.