Moneda cartaginesa

Aunque las comunidades griegas en Sicilia e Italia meridional comenzaron a acuñar alrededor del 540 a. C., las comunidades púnicas no comenzaron a producir monedas hasta alrededor del 425 a. C. Las primeras fábricas de moneda púnicas se encontraban en el oeste de Sicilia, en Motia y en Ziz (probablemente Panormus, en la actual Palermo).

A la producción que realizaron estas comunidades se le conoce como la acuñación sículo-púnica.

[7]​ Esta acuñación sículo-púnica precedió probablemente a los propios siclos de Tiro de Fenicia, que se desarrollaron alrededor del 400 a. C.[8]​ La primera moneda cartaginesa parece haber sido acuñada en el 410 o el 409 a. C. para pagar la masiva intervención militar cartaginesa en Sicilia que condujo a la Segunda Guerra Siciliana (410-404 a. C.), y su producción continuó hasta el final de la tercera guerra siciliana (398-393 a. C.).

En el anverso de estas primeras monedas se muestra la mitad delantera de un caballo mirando a la derecha, con una leyenda en lengua púnica que en la que se lee QRTḤDŠT (𐤒𐤓𐤕𐤇𐤃𐤔𐤕, «Cartago»).

En el subgrupo B, se puede ver también en el anverso a la diosa Nike alada volando sobre el caballo, sosteniendo un caduceo y una corona ornamental.

[11]​ La serie había llegado a su fin a principios de los años 380 a. C., ya que una selección de todos los subgrupos aparece en dos tesoros acumulados en ese momento: Contessa y Vito Superiore.

Este último es particularmente importante, ya que la ocasión más probable para su depósito es el Asedio de Regio en el 387 a. C.[11]​ Los patrones de grabación entre las series, con una proporción relativamente alta de reversos con respecto a anversos, y con reversos relativamente escasos comparados con los múltiples anversos, indican que la acuñación fue «intensa, pero irregular».

[12]​ Al relacionar estos datos numismáticos con la situación histórica en aquellos años de acuerdo con las fuentes literarias (principalmente Diodoro Sículo), Kenneth Jenkins argumentó que los cartagineses iniciaron la acuñación para pagar su expedición inicial a Sicilia en el 410 a. C. (o posiblemente su segunda intervención en el 409 a. C., que era en una escala mucho mayor), y continuaron acuñando según lo requerido por las circunstancias fluctuantes durante los siguientes diecisiete años de guerra, hasta que se declaró la paz en el 393 a. C., tras la Batalla de Crisa.

Por lo tanto, la producción inicial de la serie probablemente tuvo lugar en la misma Cartago.

La serie I presenta dos motivos clave que siguen apareciendo regularmente en las monedas cartaginesas a lo largo de su historia: el caballo y la palma.

En ejemplares más tardíos de monedas cartaginesas, el caballo aparece a veces con un disco solar, que podría apoyar esta interpretación.

[10]​[14]​ La tercera interpretación es que el caballo hace referencia al propósito militar de la acuñación.

Lo importante para esta interpretación es el hecho de que a partir del subgrupo B, el caballo está acompañado por una figura femenina alada que sostiene una corona ornamental y un caduceo.

[14]​ Edward Stanley Robinson desafió esta interpretación al basarse en que un juego de palabras griego sería sorprendente en una moneda púnica.

Una explicación alternativa es que la palma era un símbolo del dios sol Baal Hammon, en caso de que fuera un dios sol, pero no hay mucha evidencia de ello, excepto en el caso en el que la palma era un símbolo del dios sol griego, Apolo, en Delos.

La primera edición cuenta con la leyenda QRTHDŠT, seguida posteriormente por M (𐤌) y BTW'L (𐤁𐤕𐤅𐤀𐤋) en el subgrupo A, y por ḤB o BḤ (𐤇𐤁 o 𐤁𐤇) en el subgrupo C.[22]​ Las monedas de oro del Grupo II de Jenkins-Lewis y grupos posteriores también tienen una cabeza de mujer representando a Kore y un caballo en el reverso, pero no aparece ni la palmera ni la leyenda.

[23]​ El impulso para esta renovación parecen haber sido las intervenciones cartaginesas en Sicilia oriental tras la desaparición del régimen de Dionisio II en Siracusa y más tarde la Sexta Guerra Siciliana contra Timoleón.

Se acompañó de una acuñación renovada en otros centros sículo-púnicos, incluyendo a Ziz/Panormus, Ršmlqrt (Selinunte o Lilibea), Terma y posiblemente Solous.

[26]​ El oro del Grupo II también puede haber sido acuñado allí, o en Cartago.

[20]​ Los Grupos III y posteriores no parecen haber sido acuñados en el mismo lugar que los de plata.

Esto indica que se estaban utilizando diferentes técnicas de fabricación para los dos metales.

Suzanne Frey-Kupper argumentó que la fábrica de moneda se encontraba en Sicilia, ya que la gran mayoría de estas monedas se han encontrado en Sicilia y no hay otro bronce púnico que se pudiera haber acuñado en Sicilia en este período.

[28]​ Donald Harden argumentó que la cabeza debe interpretarse como la diosa cartaginesa Tanit, «con apariencia de la Perséfone siciliana [es decir,Kore]».

Según este argumento, las denominaciones más pequeñas pertenecen a dos etapas diferentes.

En los subgrupos posteriores, se abrevia a MM (𐤌𐤌, III.B), ʿ (𐤏, III.C), M (𐤌, III.D).

La serie III había terminado en el momento en que se depositó el tesoro Pachino 1957 (IGCH 2151) en la década del 290 a. C.[22]​ La acuñación de la Serie IV está fechada por su aparición en el mismo tesoro, así como por sus vínculos estilísticos con la Serie II.D y la serie III.A, alrededor del 320 a. C.[22]​ El acuñado de monedas de bronce, SNG Cop.102-105, incluye monedas sobreacuñadas en el SNG Cop 94-98, lo que indica que se continuó esa emisión.Al igual que el SNG Cop 94-98, viene con dos tipos distintos de flan: un flan redondo abultado (SNG Cop 103-105) y un flan plano y fundido con bordes biselados (SNG Cop 102).

Esta teoría fue rechazada por Jenkins, ya que la consideraba «poco consistente con el nacionalismo cartaginés».

[6]​ La moneda cartaginesa incluía con mayor frecuencia una cabeza femenina identificada como la diosa Tanit.

Un siclo de plata cartaginés en el que aparece la cabeza envuelta de Tanit y un caballo a pie delante de una palmera y detrás de una estrella.
Un siclo cartaginés en el que aparece la cabeza envuelta de Tanit y un caballo a pie.
Una moneda cartaginesa antigua en la que aparece la cabeza envuelta de Tanit.
Una moneda cartaginesa de vellón del 210 a. C. en la que aparece la cabeza envuelta de Tanit.