Los antiguos griegos lo denominaban 'oro' u 'oro blanco', en contraposición al 'oro refinado'.
Su color varía del amarillo pálido al brillante, dependiendo de cuáles sean las proporciones de oro y plata.
El contenido de oro en el electro que se encuentra en la naturaleza en la zona occidental de la moderna Anatolia varía del 70 al 90%, en comparación al 45–55% del electro utilizado en las monedas de la antigua Lidia, en la misma zona geográfica.
El electro tendió a imponerse sobre el oro debido a su mayor dureza y facilidad de extracción en los yacimientos del monte Lidio Tmolo y los depósitos fluviales del río Pactolo, sin embargo, debido a la imposibilidad de conocer con exactitud los porcentajes de oro que contenía hacía muy difícil la valoración de la moneda acuñada y esto repercutía negativamente en el comercio, lo que llevo a la introducción del Kroisos, más sencillo de valorar debido a que estaba acuñado en plata u oro.
[4] El electro también fue utilizado en la antigüedad para fabricar vasos y monedas.