Es el punto extremo occidental de la isla de Sicilia, con vistas sobre las islas Egadas y sobre las Islas del Salitre (estas últimas forman parte del territorio del municipio), justamente estas últimas son el territorio más sugestivo de la ciudad, siendo una reserva natural y teniendo un rico patrimonio histórico.
Invadida y destruida por el tirano de Siracusa Dionisio I, los supervivientes se refugiaron sobre la costa siciliana y fundaron un nuevo asentamiento, llamado Lilibeo (la ciudad que mira a Libia, dado que entonces se llamaba Libia a toda la costa septentrional de África).
El crecimiento económico y demográfico deviene en un desarrollo urbanístico que toma modelos árabes.
La clausura del puerto, ordenada por el emperador en el año 1575, para frenar las incursiones sarracenas, dio fin al florecimiento de la ciudad.
El puerto enlaza con la isla Favignana, que está a 15 minutos de navegación.
El teatro, un pequeño “Joyero” con 300 ubicaciones entre platea, palcos y paraíso; se reabrió en 1994.