[2] La tradición latina ve a San Pacomio (c. 287-346) como padre del cenobitismo, es decir, de la vida religiosa en común.
Debido a los incansables misioneros irlandeses y sus seguidores, sus monasterios salpican principalmente Escocia, Francia, Alemania, Suiza, Italia o Inglaterra.
Aunque se desconoce exactamente por dónde llegó la idea a Occidente, si nos atenemos únicamente a los monasterios conocidos actualmente, el fenómeno puede tener su origen en la Galia, con fundaciones de inspiración del mismo Columbano que murió en el 615, aunque no parecen contemporáneas.
[2] Las fundaciones más antiguas conocidas son las de Faremoutiers y Remiremont, que surgen hacia 620).
En el último tercio del siglo VII, tanto en los monasterios simples como en los dúplices, las rigurosas reglas irlandesas están empezando a ser reemplazadas por la regla de San Benito, mejor aceptada por los monjes y las monjas, lo que contribuirá al declive del cristianismo celta.
Con esto, el concilio criticó los monasterios dúplices por el potencialmente peligroso comportamiento que se pudiese dar, pero no lo consideró como una cuestión de creencias o teología.
Incluso se llegó a redactar un texto llamado Regula Communis[10] compuesto hacia 665-680, especialmente estudiado para este tipo de monasterios.
Esta regla reformadora es tradicionalmente asignada a san Fructuoso, pero en realidad, sería redactada mediante estatutos establecidos por varios sínodos abaciales.
En cuanto a los dormitorios, no solo se ordenaba que estuvieran separados sino bien lejos los unos de los otros.
[4] En un momento dado, estos monasterios llegaron a estar oficialmente suprimidos, pero aun así, en el siglo XII, las llamadas monjas tuquinegras[11] convivían en sus monasterios con un gran número de monjes varones que se suponía las protegían y que eran conocidos con el nombre de milites.
[13] Son necesarios alojamientos para las monjas o bien, en esa época existen pocos monasterios para ellas, en su mayoría urbanos.
Pero en 1139, el Segundo Concilio de Letrán se muestra poco favorable a los monasterios dúplices y emite advertencias en esa dirección.