Reconciliado con la mayoría del partido, se lo nombró jefe de la Cheka en Petrogrado.
Los dos ataques condujeron a una ola de represión gubernamental denominada Terror rojo.
La madre crio entonces a Moiséi en el ambiente religioso[1] del judaísmo, que en esa época era discriminado por las autoridades rusas.
Se involucró ampliamente en el movimiento revolucionario y formó parte de la «Unión General Obrera Judía» conocida como Bund.
Enviado al exilio interior en diversas ocasiones, residió en Yakutsk, Vologda y Arcángel.
[1] Sus actividades en San Petersburgo durante la Revolución Rusa de 1905 lo condujeron a una nueva deportación.
[2] Uritski estuvo entre los dirigentes que se opusieron a la firma del Tratado de Brest-Litovsk impuesto por Alemania.