Durante muchos años, siete hombres y otras siete mujeres eran llevados al laberinto como sacrificio para ser el alimento de la bestia, hasta que la vida de este terminó a manos del héroe Teseo.Poseidón lo escuchó e hizo salir de los mares un hermoso toro blanco, al cual Minos prometió sacrificar en su nombre.Al saber esto Poseidón, se llenó de ira, y para vengarse, inspiró en Pasífae un deseo tan insólito como incontenible por el hermoso toro blanco que Minos guardó para sí.[2] El Minotauro solo comía carne humana, y conforme crecía se volvía más salvaje.Era la tercera vez que catorce jóvenes atenienses, siete efebos y siete doncellas, iban a ser sacrificados en favor del monstruo,[6] cuando Teseo llegó a Creta, 18 años después de iniciado el terror del Minotauro.En realidad, ese plan fue solicitado por parte de Ariadna a Dédalo, quien se las había ingeniado para construir el laberinto de tal manera que la única salida fuera usar un ovillo de hilo, el cual Ariadna le entregó a Teseo para que, una vez que hubiera ingresado en el laberinto, atara un cabo del ovillo a la entrada.Según esto, Ariadna había sido aconsejada por Dédalo, el constructor del laberinto.[7] Sin embargo, otras fuentes indican que Teseo mató al Minotauro a puñetazos, mientras otras fuentes dicen que Teseo mató al Minotauro clavándole su propio cuerno.