Desde temprana edad, mostró un fuerte vínculo con su comunidad religiosa y participó activamente en su iglesia local.
En reconocimiento y gratitud decidió invertir el orden de sus apellidos, adoptando el nombre "Gómez Loza".
Este nuevo cargo lo llevó a dejar sus anteriores ocupaciones y estableció una pequeña imprenta desde donde publicó El Gladio.
[1] Durante este periodo, se dedicó a evitar diversos asaltos cristeros y, como abogado defensor, solicitó indultos para los presos federales.
En 1913, se unió al grupo estudiantil católico conocido como "La Gironda", dirigido por Anacleto González Flores.
Sin embargo, debido a su impulsividad, fue arrestado en 59 ocasiones, en su mayoría por delitos del orden común, como reemplazar escritos anticatolicos por contenidos con una perspectiva contraria.
Además, organizó la Sociedad Mutualista Obrera y apoyó la publicación del libro "La Cuestión Religiosa en México" de Regis Planchet.
Ese mismo año, en reconocimiento a su defensa de la fe católica, el Papa Pío XI le otorgó la Medalla Pro Ecclesia et Pontifice.
La participación específica de Gómez Loza en este evento no está claramente documentada.