Mester de juglaría

En castellano se menciona por primera vez la palabra juglar en 1116, época en que aparecen los juglares en León.

Según Ramón Menéndez Pidal, en su estudio Poesía juglaresca y orígenes de las literaturas románicas (Madrid, 1957), la palabra juglar proviene del latín jocularis, joculator, que significa 'bromista u hombre de chanzas'.

Había dos tipos: los juglares épicos: que recitaban poesía narrativa, y los juglares líricos,[2]​ que se dedicaban a cultivar la poesía sentimental y a difundir composiciones poéticas como serranillas, coplas, poemas compuestos por trovadores etc.

Los juglares eran unos personajes de humilde origen, cómicos ambulantes que se dedicaban, además, a ejercicios circenses, haciendo juegos malabares, actuando como volatines y saltimbanquis o como bufones que cuentan chistes o tañen instrumentos sencillos, o bailan y cantan representando piezas sencillas de mimo o títeres y, en lo que importa para la historia de la literatura, recitando versos que componían otros autores, llamados trovadores, bien en los lugares públicos (las plazas de los pueblos, sobre todo), bien en castillos de señores feudales por los cuales eran alojados; muchas veces se ayudaban con dibujos.

El repertorio de los juglares solía estar formado por escenas selectas de gestas cuyo recitado era semirrepresentado ante el público, quien, al oírlas continuamente cada vez que iba a comprar a la plaza iba memorizando las que más le gustaban de forma que algunas todavía perviven en la tradición oral recordadas como romances integrando el llamado romancero viejo.