Contrario a la etimología popular, su nombre no proviene de las mesas, sino del latín mansiō.
En el siglo xxi está asociado al tipismo de la ciudad, lugar o región en la que se encuentra.
[1] El Diccionario de la lengua española lo da procedente del latín «mansio, -ōnis» (posada), y advierte de la influencia del término francés «maison» (casa).
[2] Para Sebastián de Covarrubias (1673), se llama mesón a la casa de diversión o casa pública a la que concurrían viajeros o forasteros de diversas procedencias y se les daba albergue mediante retribución (hospedaje público) junto a sus caballerías y carruajes.
No obstante pueden citarse algunos mesones de rancia tradición como, por ejemplo: En Madrid, aunque hubo históricos mesones, como el que da nombre a la calle del Mesón de Paredes o el mesón del Segoviano (luego Casa Lucio) encajado en la antigua muralla cristiana,[9] los mesones conservados o presentados como tales, suelen ser locales mixtos de taberna típica y restaurante turístico abierto a todas horas y con animado ambiente nocturno.