Medio físico de la Comunidad de Madrid

Todo el conjunto montañoso ha sido retocado por la erosión glaciar, de la que aún quedan restos en las zonas más altas.

La montaña entra en contacto con el valle del Tajo por medio de grandes rampas labradas sobre rocas duras.

La más importante es la falla meridional que marca el límite entre la sierra y el valle del Tajo.

Sus principales afluentes en Madrid son: En su recorrido madrileño los ríos y sus afluentes tienen características de ríos mediterráneos con un fuerte estiaje en verano, un máximo en primavera, un máximo secundario en otoño y un mínimo secundario en invierno.

Al ser ríos que nacen en el Sistema Central tienen una alimentación nivopluvial muy marcada.

Son embalses para producción hidroeléctrica, el consumo humano y también el regadío: Los lagos, lagunas endorreicas y acuíferos tienen menos importancia, al menos como recurso para una densidad de población tan grande como la de Madrid.

Existe un notable gradiente térmico y pluviométrico desde el valle del Tajo hacia las montañas.

Las masas de aire húmedo del Atlántico tienen muchas dificultades para llegar a la región por en buena medida encontrarse a sotavento de los vientos dominantes del oeste.

Los días nublados son escasos, aunque hay grandes diferencias entre el valle del Tajo y las montañas.

A partir de aquí las lluvias se incrementan rápidamente con la altitud, hasta alcanzar su máximo en las cumbres más altas.

En invierno se instalan sobre la región anticiclones térmicos que provocan tiempo seco soleado y frío, con nieblas persistentes.

La lejanía del mar y el efecto barrera de las montañas hace que la gota fría apenas tenga incidencia.

Las temperaturas presentan un gradiente muy acusado y con un patrón similar al de las precipitaciones.

El verano llega a ser caluroso, salvo en la Sierra donde es más bien fresco y hasta frío.

Con estas características de precipitaciones y temperaturas encontramos en Madrid grandes diferencias en el balance hídrico.

La isla de calor es una situación atmosférica que se presenta en las grandes ciudades y consiste en el rápido aumento de la temperatura desde las afueras hacia el centro urbano, donde los edificios y el asfalto desprenden por la noche el calor acumulado durante el día.

El contraste entre el valle del Tajo y las montañas dan a la comunidad autónoma de Madrid una notable variedad ecológica.

En el resto de la región es más normal que predominen las especies subseriales arbustivas, en formaciones de garriga, maquia o estepa mediterránea, que además se corresponden, generalmente, con áreas abandonadas.

En el piso subalpino aparece el pino silvestre, adaptado a una menor temperatura y peores suelos, ya que se encuentra en las laderas más empinadas.

Mapa del suelo y vegetación de la Comunidad de Madrid ( IGME 1988).
Vertiente madrileña de la Sierra de Guadarrama .
Zonas llanas del Monte del Pardo .
Cerros y una laguna del Parque regional del Sureste .
El río Lozoya , a su paso por Rascafría .
Río Manzanares a su paso por el término municipal de Getafe .
Climograma de Madrid (Barajas).
Niebla engelante en la Sierra de Guadarrama . Imagen tomada en invierno.
Pradera agostada en verano. Tres Cantos .
Nieve en las cumbres de la Sierra de Guadarrama .
Bosque de pino albar con sotobosque de helechos ubicado en la Sierra de Guadarrama .
Pastos y árboles caducifolios en la ribera del río Manzanares .