Posteriormente se extendió a Sudamérica, destacando Argentina como uno de los mayores productores actuales.
Se utiliza ampliamente para dar sabor a alimentos, dulces y bebidas alcohólicas, especialmente en la región mediterránea.
El nombre «anís» deriva vía francés antiguo de las palabras latinas anīsum o anēthum, del griego ἄνηθον.
Microscópicamente se observa que la epidermis presenta numerosas papilas y pelos unicelulares.
[9] La cocina occidental lleva mucho tiempo utilizando el anís para aromatizar platos, bebidas y dulces.
La palabra se utiliza tanto para la especie de la hierba como para su sabor parecido al del regaliz.
El anís estrellado es considerablemente menos costoso de producir y ha ido desplazando al P. anisum en los mercados occidentales.
[11] El uso medicinal del anís es antiguo, como lo demuestra su presencia en la Capitulare de villis vel curtis imperii, una orden emitida por Carlomagno que reclama a sus campos para que cultiven una serie de hierbas y condimentos incluyendo "anesum", identificada actualmente como Pimpinella anisum.
Los tallos tienen una textura parecida al apio y son mucho más suaves de sabor que las semillas.
Es carminativo, favoreciendo la digestión, mejora el apetito, alivia los cólicos, incluidos los infantiles frecuentes en bebés lactantes, náuseas y flatulencias.
Es muy valioso contra la tos fuerte y seca, con expectoración difícil, así como problemas respiratorios asociados a la gripe.
[14] Fuera de la región mediterránea, se encuentra en el aguardiente colombiano[19] y el mexicano Xtabentún.
[20] Estos licores son claros, pero al añadirles agua se enturbian, fenómeno conocido como efecto ouzo.
[21][22] El anís se utiliza junto con otras hierbas y especias en algunas cervezas de raíz, como Virgil's en Estados Unidos.