[5] Según Emilio Carrere contó con la colaboración de José Losada, músico gallego que, según sus palabras, "que colaboró con Vives en Maruxa, y no tuvo jamás ni Gloria ni dinero".
tuvo su origen en una sardana titulada Sant Pol que el compositor ya tenía escrita.
A las seis de la tarde se ensayaba bajo la dirección del maestro Luna que dirigió el estreno.
Y pocas horas después era aplaudida por los espectadores de aquella sesión histórica.
Cuando llega Pablo, los dos cantan y bailan, enamorados (Dúo: "Con la aurora salió la zagaliña").
Aparece Rufo, viejo capataz, y los riñe por besarse cuando deberían estar trabajando.
Discuten, porque él considera que ella no le hace caso; al ver a Rufo, Antonio se marcha.
Rosa no tarda en indagar sobre su vida amorosa, ofreciéndose hábilmente a hacerse pasar por Maruxa de manera que él pueda demostrar su ardor.
El pastor, confundido, al final permite que ella lo bese apasionadamente (Dúo: "Por nombre me pondré Maruxa").
Antonio le lee la carta en alto, añadiendo su propio brillo sofisticado a las simples pero sinceras palabras de Pablo.
Pablo la echa de menos y quiere encontrarse con ella por la tarde, y Maruxa le pide a Rosa que conteste en su nombre, señalando la hora; así lo hace el ama, pero cambiando la hora para que sea ella, y no Maruxa, la que se encuentre con Pablo (Cuarteto de la carta: "Cuarteto de la carta").
Cuando Rufo se marcha en busca de Maruxa, Pablo canta su amor por la pastora en una romanza nocturnal: "Aquí n'este sitio".
Se abrazan en la oscuridad, cada uno de ellos pensando que están con Maruxa y Pablo, respectivamente.
Los engañosos primos se dan cuenta de que han perdido su presa.