Fue el tercer hijo del matrimonio conformado por Anita e Isaac Meyer.
Su cuñado Karl Meyers, era el director del Teatro de Opera Königsberg en Alemania.
[2]/[16] En la década del 70 Marshall Meyer criticaba el estado de culto y opinaba que la religión judía se estaba convirtiendo en una reliquia.
Decía que el destino del ser humano es ayudar y servir a sus pares.
Sus servicios se llenaban de feligreses esperanzados en escuchar sus famosas prédicas, en las cuales siempre exigía a los presentes compromiso y responsabilidad social en sus actos pues, decía, la responsabilidad implica libertad.
[18] Marshall Meyer defendía el hecho de que las mujeres se sentaran durante los servicios al lado de los varones y que se permitiera a las mujeres ser ordenadas rabinas.
[22][23][24] Trabajó arduamente para salvar vidas de centenares de personas que eran perseguidas por el régimen y visitó a los presos en las cárceles, entre ellos el renombrado periodista Jacobo Timerman, quien le dedicó su libro «Preso sin nombre, celda sin número» al rabino, que «tanto consuelo ha traído a los presos judíos, cristianos y ateos».
[30] Ese mismo año, cuando la democracia volvió a la Argentina, el presidente electo, Raúl Alfonsín, reconoció el trabajo del rabino Meyer concediéndole la decoración más alta que la Argentina entrega a un extranjero, la Orden del Libertador San Martín.
Allí fundó un refugio para personas en situación de calle y ofrecía comida a pacientes con VIH.
[36] En 1985 la «New Jewish Agenda» le otorgó el Premio «People of the Book Humans Rights Award» por su infatigable defensa de los derechos humanos.
[36] Era amigo de Harvey Cox, Elie Wiesel y William Sloan Coffin.
Entre 1984 y 1993, se convirtió en el líder espiritual de la congregación Bnai Jeshurun en la ciudad de Nueva York, a la cual concurrían Samuel G. Freedman, Richard Bernstein y Jan Hoffman, miembros del The New York Times, convirtiéndola en la sinagoga con mayor crecimiento en los Estados Unidos gracias a su carisma y su trabajo.
[35] En su honor se publicó el libro «You are my witness: The Living Words of Rabbi Marshall Meyer».
[16] En su honor, se entrega el Premio Rabbi Marshall T Meyer Risk Taker Awards en Estados Unidos.
[41] En 2013 fue nombrado Personalidad Destacada por el Honorable Concejo Deliberante de Bahía Blanca.