«Marielitos» es el apodo de los cubanos que arribaron a Estados Unidos en la oleada migratoria conocida como Éxodo del Mariel, en 1980.
[6] Según los exiliados y disidentes cubanos, estos delincuentes fueron obligados a sumarse al Éxodo del Mariel por decisión de Fidel Castro, quien los habría camuflado entre los refugiados ordinarios en un presunto intento de desacreditar a estos últimos como «escoria social», que pretendía huir del «paraíso socialista cubano».
[6] Por este motivo, algunas fuentes estiman que solo unos 2700 de los 125 000 refugiados del Mariel eran delincuentes profesionales con antecedentes por delitos graves.
[3] Sin embargo, las autoridades estadounidenses arrestaron en poco tiempo a miles de pandilleros marielitos; de los citados 2700 criminales profesionales del Mariel, unos 1400 cumplieron condena en cárceles estadounidenses –por delitos cometidos en Estados Unidos– y los otros 1300 fueron deportados a su Cuba natal.
Entre estas religiones se incluyen la santería, el palo y la abakuá, las cuales poseen adeptos entre las bandas de marielitos.