Para ello frecuentó a los hermanos Herrera Oria en los mismos círculos que luego darían lugar a la Unión Patriótica Castellana, el partido político fundado en 1923 y que sería absorbido por la Dictadura, sirviéndose de él para obtener la necesaria ideología con que sostener el régimen y que alimentará el nacionalcatolicismo y la derecha nacionalista española.
Fundó la Revista Histórica, que solo llegó a tirarse durante 1918 y a reeditarse años más tarde, entre 1924 y 1926.
Su redacción estuvo formada por el personal facultativo destinado en la biblioteca de Santa Cruz.
Recibió un segundo premio en 1920 por su Catálogo razonado de obras impresas en Valladolid 1481-1800, que fue publicado en 1926.
[2] Su hijo, el monje benedictino del monasterio de Montserrat (Madrid) Rafael Alcocer Martínez (1889-1936), fue asesinado en la checa de Ferraz a comienzos de la Guerra Civil y posteriormente beatificado[3] como mártir católico.