Se han propuesto diversas teorías sobre el origen étnico del pueblo maragato.
Es difícil saber cómo era la economía maragata antes del inicio de la actividad arriera, pero es muy probable que se sustentara únicamente en la agricultura y ganadería.
La producción textil también llegó a ser importante, especialmente en pueblos como el Val de San Lorenzo, donde las maragatas tejían mantas que acabaron siendo notablemente conocidas en la época, especialmente debido a que eran empleadas por los arrieros.
Este derecho fue aprovechado por Pedro y Alfonso Botas, dos maragatos a los que se les exigió el pago del impuesto al entrar en la ciudad de Lugo en 1430.
[10] Los arrieros maragatos gozaban de una gran reputación, y según testimonios como el del viajero inglés George Borrow o el del religioso agustino Enrique Flórez, eran taciturnos, serios y de temperamento flemático.
Como ejemplo valgan las similitudes entre los trajes bretones de la Bretaña Francesa y los maragatos.